jueves, 10 de mayo de 2012

Capítulo 3


Aquí os dejo el capítulo 3. Siento haber tardado tanto en subirlo, pero entre que no me iba el ordenador, que se estropeó internet también y que tenía trabajos que hacer, no he podido antes. Mañana prometo otro. Espero que os guste mucho :)

Me pongo a escuchar música con los cascos que me regalaron mis amigas. Mi cumpleaños fue el mes pasado y lo tengo todo lleno de regalos. Pero el mejor regalo fue el de Luis. ¡Me regaló un Iphod! Además todo lleno de la música que me encanta. Mi hermano me dijo que se había gastado todo lo que gana en dos meses ayudando a su padre en el bar. Cuando abrí su regalo estuve a punto de llorar, con una camiseta me hubiera bastado, ¡pero un Iphod! Y el tiempo que se habrá pasado llenándolo. Se pasó mucho con el regalo. Escucho música durante un rato, “El Canto del Loco”, tengo el Iphod reproduciendo por artistas. No quiero dormirme.
-¡¡Ariaaa!!
- ¿Si? –Respondo nada más quitarme los cascos.- ¡Dimee!
- ¿Me puedes traer mis toallas? Están al lado de mi maleta.
- Si, pero si quieres puedes coger alguna del armarito.
- No, gracias. Soy muy rara para eso jajaja.
- Vale, ya voy.
Me levanto hacia la maleta y encuentro las toallas perfectamente dobladas. Cuando las veo me sorprende mucho el color. No son rosas ni negras. Son azul eléctrico. Voy a llevárselas y toco a la puerta, que se abre lo justo para pasar las toallas.
- Aquí tienes.
- Gracias.
- Una cosa.
- Dime.
- A las doce vamos a buscar a mi hermano a casa de Luis y les decimos lo de esta noche ¿vale?
- Claro, así los conozco.
- Si.
- Por cierto, ¿como se llama tu hermano?
- Mario.
- Vale. Voy a vestirme que sino no saldremos.
- Ok. Te espero en mi cuarto.
Solo tarda cinco minutos.
- Ya estoy.
- Que rápida.
- Solo a veces, jajaja. ¿Luego nos cambiaremos?
- Si, claro.
Bajamos las escaleras en silencio, cada una pensando en sus cosas, pero las dos en esta noche.
- Aria. ¿Os vais ya?
- Si
- He llamado a tu hermano. Lo ha cogido Luis y me ha dicho que os podéis quedar los tres a comer si queréis.
- ¿Podemos?
- No. Aquí ya esta vuestra comida haciéndose.
- Por favoor.
- ¿Y que hacemos con la comida?
- Venga déjalas Ana,- María me ayuda, y siempre funciona- además, mi comida está más buena al día siguiente o después de congelada.
- Esta bien. Pero que os de pensión completa.
- ¡¿Nos quedamos a dormir?!
- Sí. Si ellos os llevan al Puig, ellos os recogen y os quedáis en su casa a dormir, y no volvéis a casa hasta mañana por la noche.
- ¡¡Vale!! Luego venimos a cambiarnos y a coger las cosas.
- Esta bien. Hasta luego.
-Adiós María, adiós mama.
- Adiós
- Adiós chicas.
Cuando salimos, aun se les oye hablar.
- ¿Estas segura de dejarlas ir a dormir a casa de ese chico?
- Sí. Luis es un buen chico. Además también estará mi hijo.
- Si tú lo dices. 

1 comentario:

  1. Que emocións!! Que pasará ....jeje Animo y escribe que estoy esperando que va a pasar....Besos guapa
    Marta

    ResponderEliminar